miércoles, 30 de agosto de 2017

Paul Beatty: El vendido


Idioma original: inglés
Título original: The sellout
Año de publicación: 2015
Traducción: Íñigo García Ureta
Valoración: muy recomendable

A ver cómo lo digo: El vendido es justamente lo que yo esperaba cuando me decepcioné con Mumbo Jumbo. Esperaba sátira y mala leche no desprovista de humor, mm, negro y esperaba también rabia mal (o nada) disimulada, y que esa rabia se disparara de una forma poco controlada hasta franquear círculos concéntricos y situarse, incluso, más allá de la propia crítica social sobre la cuestión racista, para volver como un boomerang y propinar unos cuantos pescozones a los propios compañeros de colectivo, pescozones que pueden interpretarse como meros "vamos a quitarnos la tontería" pero también como "qué cómodo y qué ajustadito nos queda el estereotipo".
Beatty reparte a mansalva. Y, aunque es posible que un conocimiento profundo de la sociedad americana hagan aún más disfrutable esta lectura, sólo con captar todas las bromas más asequibles "globalmente" ya es suficiente para capturar ese espíritu, y esta no es una de esas aplicaciones formulaicas del término, transgresor. 
Aquí tenemos a un protagonista que se autodescribe en un prólogo en que se encuentra a la espera de presentarse ante un tribunal. Donde espera ser juzgado.
Se me acusaba de todas las infracciones imaginables, desde lesa patria hasta metedura de pata justo cuando estábamos tan contentos.
En ese momento ya llevamos como una veintena de paginas que son a la vez un festín panorámico de referencias culturales globales (por reducirlo, aquí tienen cabida menciones a Bolaño, a Barack Obama o  Kanye West) y una historia repleta de tonalidades surrealistas (que no oníricas) donde el invitado se siente muy a gusto. Lo de Beatty está a años luz de la lírica, desde luego. Lo de El vendido es un ametrallamiento constante en frases jocosas, punzantes, agrias, siempre desafiando la corrección y la, mm, blancura.
La historia empieza con El Vendido, protagonista, en un prolongado prólogo mientras espera juicio, en el que es defendido por Hampton Fiske, abogado. Educado por un padre (un guiño de tantos) que ha muerto tiroteado. Educación sui generis, que ha acabado con nuestro protagonista como parcialmente traumatizado profesional dedicado al cultivo de exóticas especies frutícolas (mandarinas japonesas, sandías) enamorado de Marpessa, amor de infancia y conductora de autobús de hábitos poco estrictos, y entregado a un descabellado proyecto vital con diversas vertientes. Quiere que Dickens, barrio de Los Angeles en que nació y que ha sido neutralizado por los intereses inmobiliarios poco dados a publicitar zonas conflictivas vuelva a recuperar su nombre y su identidad. Quiere eso, volver a definir las fronteras del barrio, quiere recuperar la segregación por razas en locales, ha aceptado que Hominy, vieja gloria venida a menos de una serie juvenil de TV, se comporte como si fueran amo (él) y esclavo (Hominy).
Beatty, lo dice el fajín del libro y esta vez es  verdad, ha escrito una "sátira ácida y envenenada". Ha mezclado el legado de esa cultura afroamericana a la que sacude de lo lindo con elementos como Pynchon (esos nombres extrañísimos de los personajes, esa sombra constante de lo surrealista) o Foster Wallace (esa locuacidad, ese no dejar descanso al lector pues no hay literalmente frase o párrafo que no contenga sustancia). Ha hecho eso tan poco agradable de zurrar desde el conocimiento porque es un escritor de color, o sea, es negro o afroamericano o la expresión que queráis usar, y no ha escrito esta novela desde el orgullo ni desde acomplejamiento sino desde puro descaro y puras ganas de incordiar, ganas de ir soltando pullas a todos, sabed que este es un libro muy democrático en esto de cascar de lo lindo, una novela que es pura exhibición de ingenio puesto al servicio de la conmoción y la reflexión, demostrando que no hay que ser ni chorra ni excéntrico para ganarse aquello de inclasificable o aquello de  rabiosamente actual. 
Ah. Me olvidaba.Y ganó el Booker Price.
Gracias, Malpaso.

2 comentarios:

Sir Robin dijo...

Ya había leído alguna reseña que lo ponía muy bien, habrá que hacerle sitio y darle lectura cuando el tiempo lo permita. Buena reseña por cierto. Saludos

Francesc Bon dijo...

Gracias. Libro que será importante a la hora de resumir el 2017 y libro que espero releer en menos de un par de años.